REFLEXIONES SOBRE LA IMPORTANCIA DEL FOLKLORE A PROPÓSITO DE LAS CELEBRACIONES DEL DIA INTERNACIONAL DEL FOLKLORE 2014
Cada 22 de Agosto se celebra el Día Internacional del Folklore, fecha en que por primera vez apareció este término acuñado por el investigador social William Jhon Thoms. Esta fecha reviste una singular importancia por lo trascendente del folklore de un país en el mantenimiento de sus tradiciones y raíces ancestrales, y en el fortalecimiento de sus modos de ser, sentir y actuar.
Pero lo importante de estas manifestaciones está en cómo ellas conectan el pasado con el futuro, en una dinámica de cómo el pueblo recrea todo ese legado del pasado, hace una lectura actualizada del mismo y lo traduce en los códigos de la cotidianidad, del ahora. De ahí, que los pueblos que no conocen este legado no pueden entonces, descifrar su presente, entenderlo, y mucho menos saber hacia dónde van, qué quieren, no pueden construir un futuro cierto.
Entonces el folklore deja de ser música y baile, cantos y vivencias, para convertirse en un vehículo ideal para conocer nuestro pasado ancestral, de dónde venimos, y poder autorreconocernos en una dimensión real que posibilite nuestro verdadero desarrollo. Mucho se ha jugado al olvido en este sentido, por ello, hoy existen tantos vacíos en la Sociedad Dominicana, y de manera especial, en la juventud.
En este proceso de autorreconocernos a través de valorar nuestro folklore, el Estado Dominicano y la sociedad civil deben jugar un papel fundamental. El estado creando las condiciones para que este legado sea conocido y valorado por las generaciones presentes, y las organizaciones de la sociedad civil asumiendo un papel activo en la difusión de este conocimiento, y en la construcción de una ciudadanía cultural que no esté ajena de su responsabilidad presente, partiendo de su historia, de su pasado.
 |
Esta construcción debe hacerse desde las propias comunidades, con la participación de los portadores y portadoras, y desde sus diversas formas de organización social local. Reconocerlos en su dimensión real de artífices y creadores, portadores de elementos que son claves para la construcción de una identidad nacional fundamentada en la historia real, no aquella que recuenta los hechos desde los intereses de clases.
Si se logra una sinergia verdadera entre Estado y Sociedad Civil en este proceso, que debe ser democrático y plural, en la que podamos sentarnos a dialogar sobre esta construcción desde las propias comunidades portadoras, desde sus necesidades más sentidas, esperanzas e ilusiones, le haremos un gran favor a una sociedad que se ve hoy más perdida que nunca, que busca sin encontrar lo que no sabe que quiere.
Preparado por Pedro Julio Quezada
Para Federación Dominicana de Arte y Cultura
Agosto 22, 2014